México 26 abril._ La erupción del volcán Cumbre Vieja de la Palma expulsó más de 159 millones de metros de cúbicos de lava, según datos del CSIC.
Un grupo de investigadores del Instituto de Micro y Nanotecnología (IMN) del CSIC afirmó que la composición química de la lava del volcán “permitirá determinar su potencial de reaprovechamiento en la sociedad. Eso, aplicado a la bioconstrucción o la mineralización de suelos”, dijo Pablo J. González, investigador de volcanología en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de La Laguna, Tenerife.
“Hemos desarrollado un análisis mediante técnicas de microscopía electrónica y difracción de rayos X para obtener la morfología y composición química de la lava. Se hizo una diferenciación de elementos y cuantificando su presencia”, afirmaron.
En el laboratorio han utilizado dos tecnologías punteras: el microscopio electrónico de barrido FEI Verios 460 (SEM), uno de los más potentes de Europa, y el difractómetro de Rayos X de Bruker D8 Discover (XRD).
“Con el SEM identificamos y cuantificamos los elementos químicos presentes en la lava”, afirmaron. “En un segundo análisis, trituramos la lava para, mediante difracción de rayos X del polvo, identificar los compuestos químicos presentes”.
Elementos
Entre los elementos químicos identificados, los resultados confirman que el oxígeno está presente en un 42%. Le sigue el silicio y el hierro en un 16% y un 9%, respectivamente. En menor medida también se encuentran presentes el carbono, el calcio y el aluminio (los tres en un 7%), el sodio (5%), magnesio (3%), titanio (2%) y el potasio (1%).
“En esta ocasión, el análisis de esta roca volcánica ha sido una novedad”, dijeron. Este microscopio es tan avanzado que permite obtener información morfológica a escala micro y nanométrica sin el recubrimiento de oro que utilizan los microscopios convencionales.
Con los resultados, los investigadores afirman que el estudio contribuye “al posible reaprovechamiento de material volcánico (lava y ceniza) en aplicaciones reales”.
En este caso, los científicos colaboran con una empresa dedicada a la fabricación de materiales ecológicos para la bioconstrucción, Red Verde. Y otra enfocada a la reutilización de residuos minerales, forestales y marinos, TheKSFactory.