Barrios flotantes: la apuesta holandesa para un futuro que no se hunda
Barrios flotantes: la apuesta holandesa para un futuro que no se hunda

Barrios flotantes: la apuesta holandesa para un futuro que no se hunda

Mientras gran parte del mundo intenta contener inundaciones y busca terrenos para nuevas viviendas, Países Bajos parece tener una respuesta ingeniosa: barrios flotantes.

Lo que comenzó como una alternativa curiosa se ha convertido en un modelo que ya inspira proyectos desde Europa hasta la Polinesia Francesa y las Maldivas.

Schoonschip: la comunidad que flota… literalmente

En Ámsterdam, un vecindario llamado Schoonschip se ha vuelto ejemplo del futuro.

Durante una tormenta en 2022, sus habitantes simplemente ajustaron sus bicicletas, aseguraron sus cosas, y dejaron que sus casas subieran y bajaran con el agua sin mayor preocupación.

«Nos sentimos más seguros porque flotamos», cuenta Siti Boelen, una vecina que defiende esta forma de vivir.

Las casas, fijadas con postes de acero, suben y bajan con el nivel del agua.

En vez de sótanos, tienen cascos de hormigón que las mantienen estables.

Por fuera, parecen viviendas normales, pero están diseñadas para moverse con el entorno, no contra él.

El auge de los barrios flotantes

Con poca tierra disponible y una población densa, los holandeses están impulsando reformas para que este tipo de proyectos sean más accesibles.

Para Ámsterdam, construir sobre el agua no solo es lógico, sino una forma sostenible de expandir la ciudad.

“Es multifuncional y va acorde al futuro”, afirman autoridades locales.

Detrás de muchas de estas ideas está Koen Olthuis, arquitecto que desde 2003 ha diseñado cientos de estructuras flotantes.

Él lo resume así: “No somos arquitectos, somos médicos urbanos. El agua es nuestra medicina”.

Más allá de Países Bajos: el mundo toma nota

Los barrios flotantes neerlandeses han servido como inspiración global. Ingenieros holandeses ya trabajan en:

  • Islas flotantes en el mar Báltico, que podrían alojar a 50,000 personas y conectarse con un túnel ferroviario submarino.

  • Viviendas flotantes en Maldivas, pensadas para 20,000 personas en un país donde el 80% del territorio está a menos de un metro del nivel del mar.

Las estructuras imitan el modelo holandés: estables, autosuficientes y adaptadas a la vida marina. Incluso se planea incluir arrecifes artificiales bajo los cascos para favorecer el ecosistema.

Un país que vive con el agua

Países Bajos ha aprendido a convivir con el mar.

Desde programas como Espacio para el Río, que permiten inundaciones controladas, hasta barrios enteros diseñados para adaptarse al clima, la estrategia es clara: ajustarse, no resistir.

Ciudades como Róterdam ya incorporan edificios flotantes para oficinas, granjas con vacas ordeñadas por robots y soluciones urbanas basadas en el agua como parte de su estrategia contra el cambio climático.

¿Todo es perfecto? No del todo

Las casas flotantes también tienen retos importantes:

  • Se sienten los movimientos del agua, especialmente en los pisos superiores.

  • Requieren infraestructura especial para conectarse a electricidad y drenaje.

  • Algunas zonas deben desarrollar microrredes desde cero.

Aun así, para expertos como Rutger de Graaf, de Blue21, los beneficios son mayores que los inconvenientes.

Las inundaciones recientes en Europa podrían haber tenido menos impacto si existieran más desarrollos de este tipo.

La conclusión: los barrios flotantes pueden ser la clave

En un mundo donde el nivel del mar sigue subiendo, los barrios flotantes aparecen como una alternativa real y escalable.

No solo ofrecen vivienda, también reimaginan cómo pueden crecer las ciudades.

Como dice Olthuis: “Ya no es la idea loca de una casa flotante. Estamos creando ciudades azules”.

Con información de BBC.

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