‘Yazu’, la cría de jaguar mexicano que podría cambiar el futuro de su especie
‘Yazu’, la cría de jaguar mexicano que podría cambiar el futuro de su especie

‘Yazu’, la cría de jaguar mexicano que podría cambiar el futuro de su especie

En medio de los valles de Oaxaca, un rugido marcó una nueva esperanza para la fauna mexicana: ‘Yazu’, una pequeña cría de jaguar mexicano, acaba de nacer en el Santuario del Jaguar Yagul.

Este nacimiento no solo celebra la vida, sino también el avance de un ambicioso programa de reproducción, conservación y rescate de esta especie en peligro.

El proyecto, impulsado por el santuario, busca preservar el linaje del jaguar mediante la creación del Banco Genético del Jaguar.

Es una iniciativa que resguarda material genético de ejemplares rescatados por Profepa y Conanp.

Con ello, los científicos esperan fortalecer las poblaciones en libertad y garantizar la supervivencia del depredador más grande de América.

‘Yazu’ es hija de Balam, un jaguar macho originario de San Miguel Chimalapas, y de una hembra rescatada en Campeche.

Ambos no podían regresar a la naturaleza, pero su descendencia sí podría hacerlo, ya sea como parte de una población genéticamente viable o en libertad dentro de una Unidad de Conservación de Vida Silvestre (UMA).

El Santuario del Jaguar Yagul no solo trabaja en la reproducción, también en el rescate, rehabilitación y reintroducción de animales víctimas del tráfico o el maltrato.

Un ejemplo es Luna, una jaguar rescatada de una veterinaria donde era exhibida; hoy, totalmente recuperada, se ha convertido en símbolo de educación ambiental.

Además, el santuario cuenta con un programa de “asilvestramiento”, donde felinos jóvenes aprenden a cazar, trepar y sobrevivir sin contacto humano.

Si superan estas pruebas, son liberados en zonas naturales como Hidalgo, Querétaro o Guanajuato.

Yazu es esperanza para el jaguar mexicano

Actualmente, México cuenta con cerca de 5,300 jaguares distribuidos desde Sonora hasta Yucatán, una cifra mayor que los 4,000 registrados en 2008.

Sin embargo, la pérdida de hábitat, la caza furtiva y los incendios continúan siendo amenazas constantes.

Por eso, iniciativas como la de Yagul son cruciales.

Mientras Balam descansa bajo el sol, el rugido de su cría Yazu resuena como una promesa: la de devolver al jaguar mexicano el lugar que siempre le ha pertenecido en la naturaleza.

Con información de El País.

Entradas Relacionadas