México 22 junio.- Un estudio publicado en la revista Canine Medicine and Genetics señala que los perros de hocico chato, como es el caso del bulldog inglés, están predispuestos a desarrollar ciertas patologías.
Por ejemplo dificultades respiratorias y enfermedades oculares, lo que redunda negativamente en su calidad de vida. Por motivos de bienestar animal, en los últimos años algunos países han restringido la cría de varias razas de perros de cara plana. Noruega y Países Bajos, por ejemplo, son algunos de los países que han establecido restricciones a la reproducción del bulldog inglés.
El estudio describe que los perros de esta raza corren un mayor riesgo de sufrir afecciones respiratorias, oculares y de la piel debido a sus características físicas extremas, como el hocico más corto, piel plegada y un cuerpo rechoncho.
Los autores advierten que, si los estándares de esta raza no se redefinen hacia rasgos más moderados, es posible que Reino Unido prohíba su cría.
Una raza seleccionada por sus características físicas extremas
El bulldog inglés fue seleccionado para los combates con toros: los bull-baiting, de los que viene su nombre .
En 1835 el Parlamento del Reino Unido aprobó la Ley de Crueldad contra los Animales que, entre otras cosas, prohibió estos combates. La pérdida de utilidad de la raza llevó el antiguo bulldog al declive y a su progresiva substitución por el bulldog inglés moderno.
A lo largo de los años, este perro ha sido seleccionado para ser menos agresivo que su antecesor y, al mismo tiempo, para extremar su apariencia física, tanto facial (hocico más chato y arrugas faciales más pronunciadas) como corporal (cuerpo más grueso y achaparrado).
Con el tiempo, el bulldog inglés se ha vuelto una raza de exhibición y de compañía. Sus características físicas son el cráneo corto (braquiocefálico), la mandíbula sobresaliente, pliegues en la piel y una constitución robusta.