Investigadores reexaminaron un fósil vegetal hallado hace décadas en Colombia y se han dado cuenta de que no se trataba de una planta sino de una tortuga bebé fosilizada.
Destacan que es un hallazgo poco frecuente, ya que los caparazones de las tortugas jóvenes son blandos y no suelen fosilizarse bien. Ha sido apodada Pokémon en honor a uno que es mitad tortuga, mitad planta.
Entre las décadas de 1950 y 1970, un sacerdote colombiano llamado Padre Gustavo Huertas recolectó rocas y fósiles cerca de un pueblo llamado Villa de Levya. Dos de los especímenes que encontró eran pequeñas rocas redondas con líneas que parecían hojas y las clasificó como un tipo de planta fósil.
Ahora, en un nuevo estudio, publicado en la revista ‘Palaeontologia Electronica’, los investigadores que volvieron a examinar estos fósiles “vegetales” han descubierto que no eran plantas sino los restos fosilizados de tortuguitas.
“Fue realmente sorprendente encontrar estos fósiles”, afirma Héctor Palma-Castro, estudiante de paleobotánica de la Universidad Nacional de Colombia.
Las ‘plantas’ en cuestión habían sido descritas por Huertas en 2003 como ‘Sphenophyllum colombianum’. Los fósiles proceden de rocas del Cretácico Temprano, hace entre 132 y 113 millones de años, durante la era de los dinosaurios.