Ciudad de México 29 de septiembre._ Energía hidroeléctrica cuesta más que la eólica.
El costo de generación de energía en centrales hidroeléctricas cuesta hasta dos o tres veces más en comparación con las plantas eólicas o solares, detalló Jacobo Mekler, presidente de la Asociación Mexicana de Energía Hidroeléctrica (Amexhidro).
El especialista explicó que un megawatt instalado de energía hidroeléctrica cuesta alrededor de 2.5 millones de dólares.
En tanto uno de energía eólica 1.2 millones de dólares y de energía solar su costo es menor a los 800 mil dólares, es decir, dos y tres veces menor, respectivamente.
“La energía hidroeléctrica ha ganado, en los últimos 50 años, un cinco por ciento de eficiencia y el costo de instalación no ha bajado (…)
«Entonces, si se compara megawatt por megawatt, se ve que la hidroeléctrica no ha crecido”, expresó.
Frente a la desventaja de costos contra las otras fuentes renovables, Mekler destacó que el almacenamiento de agua le brinda posibilidades de posicionarse como una batería natural en momentos de emergencia.
Por su parte, Ricardo Cruz, consultor en energía y acción climática de Iniciativa Climática de México, resaltó la importancia de las centrales hidroeléctricas para la generación de energía en México.
Dijo que en lo que va del año ha tenido una participación aproximada de diez por ciento.
Además de que es un complemento del sistema eléctrico.
Energía hidroeléctrica cuesta más que la eólica
Teresa Souza, experta en derecho ambiental, calificó como depredadores a los grandes proyectos hidroeléctricos.
Debido que se retiran grandes cantidades de árboles y fauna.
Esto a su vez, genera un impacto negativo en la conversión de gases contaminantes a aire limpio por la descomposición de materia orgánica.
“En general, cuando hablamos de las grandes hidroeléctricas, aunque en algunos casos podemos decir que es energía limpia y de bajo costo, no es así por las implicaciones ambientales”, expresó.
Souza agregó que el gobierno actual insiste en impulsar el desarrollo de las energías renovables.
Lo anterior, pese a las implicaciones negativas que tienen y su rezago frente a otras fuentes alternativas.