México 28 diciembre.- En la Ciudad de México, durante el periodo de confinamiento provocado por la pandemia de la COVID-19, aumentó la concentración de Carbono 14 en la atmósfera, reveló la investigadora del Instituto de Geografía, de la UNAM, Laura Eugenia Beramendi Orosco.
La especialista en el estudio del Ciclo del Carbono explicó que a partir de 2009 realiza -en el Laboratorio Universitario de Radiocarbono de la Universidad Nacional- estimaciones de cuánto dióxido de carbono (CO2) hay en la atmósfera de la capital de la República mexicana, derivado de la quema de combustibles fósiles, utilizando como marcador los niveles de Carbono 14.
En entrevista explicó que el incremento en los niveles se debe a que llegó más radiación solar directamente a la Tierra, ya que disminuyó la presencia de contaminantes derivados de la quema de combustibles fósiles.
Cabe mencionar que la vida surge gracias al carbono y todo lo que lo contenga está hecho de una mezcla de sus diferentes variantes: el carbono 12 forma prácticamente 99 por ciento de las cosas; el 13 lo contiene el uno por ciento de los organismos vivos naturales.
Además, existe un tipo que recibe el número 14, el cual es radioactivo y lo genera la radiación cósmica que llega a la atmósfera.
Contaminación
El petróleo ya no tiene Carbono 14 (solo Carbono 12 y 13). Por ello, cuando este se quema (al igual que sus derivados) generan CO2 libre de Carbono 14. Es decir, entre menos de este elemento hay en la atmósfera, mayor es la contaminación generada por el hombre en el ambiente, acotó la investigadora.
Su labor no se detuvo durante la emergencia sanitaria, toda vez que junto con su equipo continuó con la toma de muestras mensuales. El resultado fue evidente en la concentración de este elemento en la atmósfera de la urbe.
Beramendi Orosco comentó: “Vimos un aumento significativo en la concentración del Carbono 14 en la atmósfera, incluso cómo los cambios fueron respondiendo a las diferentes etapas del confinamiento”.