Ciudad de México 23 de junio de 2021._ Investigadores de la Universidad de Edimburgo (Escocia) lograron convertir botellas de plástico en saborizante de vainilla mediante la utilización de bacterias modificadas genéticamente.
Este proceso puede parecer chocante para el consumidor o, incluso, anecdótico, pero no es baladí: se trata de la primera vez que se elabora una sustancia química valiosa para la industria alimentaria a partir de este tipo de residuos.
Los científicos ya sabían cómo crear enzimas capaces de descomponer el tereftalato de polietileno —más conocido por sus siglas en inglés, PET—, que se utiliza para la mayoría de botellas de plásticos en ácido tereftálico (TA).
Lo que han hecho ahora es convertir el TA en vainillina, un compuesto orgánico que se emplea para dar sabor o aroma a productos alimenticios, farmacéuticos y cosméticos.
Para lograrlo, utilizaron bacterias E.coli modificadas genéticamente y las mantuvieron a 37 grados durante un día (las mismas condiciones que para elaborar cerveza), según se detalla en el estudio que corrobora la validez del experimento, publicado en la revista ‘Green Chemistry’ el pasado 10 de junio.
Un porcentaje aproximado del 79% del ácido tereftálico se convirtió en vainillina.
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