En la parte septentrional de la Gran Barrera de Coral, frente a Australia, ya nacen cientos de hembras de tortuga por cada macho.
Ahora, los investigadores han demostrado que el consiguiente riesgo de extinción debido a la falta de machos de tortuga verde ‘Chelonia mydas’, puede verse agravado por la contaminación.
Las tortugas marinas tienen una determinación del sexo dependiente de la temperatura, lo que significa que cada vez más embriones se convierten en hembras a medida que las temperaturas siguen subiendo.
El doctor Arthur Barraza, investigador del Australian Rivers Institute de la Universidad de Griffith y primer autor del estudio, señala que han demostrado que “los contaminantes procedentes de las actividades humanas también pueden influir en la proporción de sexos de las tortugas marinas verdes en desarrollo, aumentando el ya existente sesgo hacia las hembras”.
Barraza y sus colegas estudiaron los efectos de la contaminación en el desarrollo de las tortugas marinas verdes de la isla Heron, un pequeño cayo de arena coralina del sur de la Gran Barrera de Coral. Esta isla, donde cada año acuden a anidar entre 200 y 1.800 hembras, es un lugar de seguimiento a largo plazo de esta especie. Aquí, la proporción de sexos está actualmente más equilibrada que más cerca del ecuador, ya que nacen aproximadamente de dos a tres hembras por cada macho.
El presente estudio forma parte del Proyecto de Enfriamiento de Tortugas de WWF-Australia, que busca formas de contrarrestar las influencias antropogénicas en la proporción de sexos de las tortugas.
Se hizo todo lo posible para minimizar el sufrimiento de los animales y maximizar la cantidad de datos obtenidos de cada cría de tortuga sacrificada. El estudio había sido aprobado por el comité de ética animal de la Universidad de Queensland y los Servicios de Parques y Vida Salvaje de Queensland.
Fuente: europapress.es