México 14 diciembre._ Ante la crisis de altos precios de fertilizantes y la degradación ambiental en suelos agrícolas en diversos estados del país, es urgente una reconversión de la agricultura convencional hacia una agricultura orgánica.
Así lo propusieron Gerardo Noriega Altamirano y Enrique Rico Arzate, profesores-investigadores de la Universidad Autónoma Chapingo y del Instituto Politécnico Nacional, respectivamente.
Ambos especialistas ponen a disposición de los campesinos, que son los pequeños y medianos productores en México, sus conocimientos y experiencia para que en conjunto se trabaje en este Proyecto de reconversión de la agricultura convencional a orgánica, teniendo como eje el cultivo de maíz, pudiéndose considerar otros cultivos por ello invitan a todos los actores sociales que estén interesados en fortalecer este planteamiento.
Esto, debido a que a nivel mundial existe una crisis energética que ha provocado un incremento inédito en los tres fertilizantes de síntesis química de mayor uso en la agricultura, que son la urea, el fosfato monoamónico y el fosfato diamónico.
En México estos incrementos significan alrededor de 130% de los precios en fertilizantes, lo cual llevará a un incremento en los precios de los alimentos, además afectará a la agricultura en general, advirtieron.
De igual manera restaurar la fertilidad del patrimonio suelo, trabajar con productores que han venido practicando y demandando que se fomente la agricultura orgánica, profesores-investigadores de Instituciones Nacionales, promotores de una cultura ambiental y de la producción orgánica, presidentes municipales, comisariados ejidales, organizaciones productivas y de la sociedad civil, en general con la sociedad.
Propuestas
Ante tal problemática, Gerardo Noriega Altamirano y a Enrique Rico Arzate, profesores-investigadores de la Universidad Autónoma Chapingo y del Instituto Politécnico Nacional, proponen:
(1) El rescate de los saberes y conocimiento campesino.
(2) Implementar el diagnóstico de la fertilidad del suelo.
(3) Diseñar el aprovechamiento del cultivo de maíz.
(4) Sumar experiencia en la incorporación de minerales no metálicos al suelo.
(5) Restaurar la materia orgánica del suelo.
(6) Restaurar la biología del suelo.
(7) Construir una visión de manejo adecuado y suplementario de fertilizantes químicos, donde las condiciones así lo exijan.
(8) Promover la nutrición vegetal con fertilizantes foliares y estimulantes.
(9) Desarrollar un manejo de malezas con principios agroecológicos.
(10) Impulsar un manejo de plagas y enfermedades más cordial con el ambiente.