En plena Asamblea General de la ONU, Donald Trump volvió a encender la polémica.
El expresidente de Estados Unidos calificó el cambio climático como “la mayor estafa jamás perpetrada contra el mundo”, palabras que dejaron atónitos a los representantes de países que ya ven desaparecer sus costas bajo el mar o enfrentan huracanes, inundaciones y olas de calor cada vez más mortales.
Trump, crítico de la ciencia climática desde hace años, arremetió contra las energías renovables, el Acuerdo de París y hasta contra el concepto de “huella de carbono”, que calificó como invento engañoso.
Incluso llegó a decir que el carbón debe llamarse “carbón limpio y hermoso”.
Reacciones en la ONU ante comentarios de Trump
Las respuestas no tardaron. Ilana Seid, embajadora de Palaos, aseguró que ignorar la crisis climática es “una traición a los más vulnerables”.
Desde Malawi, Evans Davie Njewa advirtió que la inacción “pone en riesgo vidas inocentes”.
La científica Adelle Thomas, del IPCC y originaria de Bahamas, recordó su experiencia durante el huracán Sandy: “La devastación no es abstracta. Se vive, es mortal y exige acción urgente”.
¿Qué dice la ciencia?
Mientras Trump ridiculiza la energía eólica, informes de la ONU y la Agencia Internacional de Energías Renovables confirman que la eólica y la solar son hoy las fuentes más baratas y rápidas para generar electricidad.
Además, Estados Unidos, que se retiró del Acuerdo de París bajo su mandato, es históricamente el país que más CO₂ ha emitido al planeta desde 1850.
El contraste es claro: la evidencia científica muestra que el cambio climático es real y devastador, pero Trump insiste en verlo como un engaño.
Una postura que no solo lo enfrenta a la comunidad internacional, sino también al recuerdo de millones de personas que ya sufren sus consecuencias.
Con información de Yahoo noticias.