imagen tomada de ethic.es
El oxígeno no solo transformó la atmósfera terrestre: también alcanzó los océanos mucho antes de lo que se pensaba.
Un nuevo estudio científico ha identificado que este gas esencial comenzó a integrarse al ambiente marino en un periodo sorprendentemente corto, lo que cambia la forma en que entendemos el origen de la vida compleja en la Tierra.
La investigación fue encabezada por el Woods Hole Oceanographic Institution (WHOI) y publicada en la revista Nature Communications.
A partir del análisis de lutitas negras del Supergrupo Transvaal, en Sudáfrica, los científicos lograron reconstruir con mayor precisión el momento en que el oxígeno empezó a circular entre la atmósfera y los mares primitivos.
Durante casi dos mil millones de años, la Tierra tuvo una atmósfera prácticamente carente de oxígeno.
Esta situación cambió con el llamado Gran Evento de Oxidación (GOE), ocurrido entre hace 2.430 y 2.220 millones de años, cuando el oxígeno comenzó a acumularse de forma permanente en el aire.
Sin embargo, hasta ahora no estaba claro cuándo ni qué tan rápido este gas llegó a los océanos superficiales.
Uno de los principales indicadores, la desaparición de la fraccionación masiva de isótopos de azufre, había generado debate entre los especialistas sobre la velocidad real de la oxigenación marina.
Los nuevos datos muestran que, tras el inicio del GOE, el oxígeno atmosférico penetró en los océanos superficiales en apenas unos millones de años, un lapso muy breve en términos geológicos.
Las muestras analizadas revelan que las aguas poco profundas alcanzaron concentraciones superiores a 10 micromoles por litro, una cifra baja si se compara con el promedio actual de 170 micromoles, pero suficiente para marcar un cambio decisivo.
Esto indica que la oxigenación marina fue más temprana y veloz de lo que sugerían estudios previos.
Aun así, los océanos profundos permanecieron sin oxígeno durante al menos 1.500 millones de años después del GOE.
La rápida circulación del oxígeno entre la atmósfera y las aguas superficiales sentó las bases para futuros avances en la evolución biológica.
Para llegar a estas conclusiones, el equipo internacional empleó métodos innovadores basados en el análisis de isótopos de vanadio en rocas sedimentarias con edades entre 2.320 y 2.260 millones de años. Este elemento es especialmente sensible a la presencia de oxígeno disuelto.
Sune Nielsen, coautor del estudio, explicó que el vanadio permite detectar niveles relativamente altos de oxígeno con mayor precisión que otros indicadores usados para este periodo de la historia terrestre.
Además, los investigadores integraron datos de isótopos de talio, lo que permitió identificar una transición clara y sostenida hacia condiciones marinas más oxigenadas, justo después del aumento del oxígeno en la atmósfera.
El impacto de estos hallazgos va más allá de la geología. Andy Heard, autor principal del estudio, recordó que en ese momento casi toda la vida del planeta habitaba los océanos.
“Para que la vida compleja se desarrollara, los organismos primero tuvieron que aprender no solo a usar el oxígeno, sino a tolerarlo”, explicó.
El estudio también tiene implicaciones para la búsqueda de vida fuera de la Tierra.
Si se detecta oxígeno en la atmósfera de un exoplaneta, es probable que sus océanos también lo contengan, lo que incrementa las posibilidades de habitabilidad.
Comprender cuándo y cómo el oxígeno llegó a los océanos ayuda a explicar uno de los momentos clave de la historia del planeta y abre nuevas rutas para explorar la vida en otros rincones del universo.
Con información de Infobae.
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