Ambiente

El misterio de las ballenas que sobreviven sin oxígeno podría revolucionar la medicina

Las ballenas zifios, también conocidas como ballenas de hocico de ganso, son auténticas maestras del buceo extremo.

Pueden llegar a 2,980 metros de profundidad y permanecer bajo el agua hasta 222 minutos sin necesidad de oxígeno.

Una hazaña que no solo fascina a la ciencia, sino que también abre la puerta a nuevas soluciones médicas frente a enfermedades humanas como el accidente cerebrovascular y el cáncer.

Observarlas no es tarea fácil: pasan el 90% de su vida en aguas profundas y solo emergen brevemente.

En esas oportunidades, los investigadores logran tomar pequeñas muestras de piel y grasa con dardos para analizarlas en laboratorio.

También, en casos de varamientos, se accede a órganos internos que ayudan a entender mejor su biología.

Adaptaciones únicas de las ballenas zifios

Las primeras investigaciones revelan que las células de los zifios siguen usando oxígeno de manera eficiente incluso cuando escasea, algo que no sucede en humanos ni en otros mamíferos.

Además, presentan variantes genéticas que les permiten mantener sus funciones vitales en condiciones extremas.

No son las únicas con trucos sorprendentes:

  • Las focas tienen el doble de volumen sanguíneo que los humanos.

  • Los cachalotes cargan con sangre que representa hasta el 20% de su peso corporal.

  • Y muchas ballenas cuentan con altos niveles de mioglobina, una proteína que almacena oxígeno en los músculos.

Uno de los grandes misterios es cómo logran proteger su cerebro, el órgano más vulnerable a la falta de oxígeno.

Estudios en ballenas varadas muestran que poseen altos niveles de neuroglobina, una proteína que protege contra el daño oxidativo, mucho más activa que en especies terrestres.

Lo que esto significa para nosotros

Si la ciencia logra descifrar sus secretos, podríamos desarrollar fármacos inspirados en las ballenas para reducir la inflamación, mejorar la reparación del ADN e incluso aumentar la resistencia al cáncer.

Aunque aún estamos lejos de aplicarlo en hospitales, cada descubrimiento acerca a los humanos a aprender de estos gigantes marinos.

El camino es complejo, con desafíos técnicos y éticos, pero los expertos coinciden: entender a las ballenas zifios es también entender nuevas formas de proteger la vida humana.

Con información de Infobae.

Regina Yebra Domínguez

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