Un nuevo estudio realizado por la Universidad de California en Santa Bárbara alerta que la huella humana en los océanos crecerá más del doble en las próximas dos décadas y media, llevando a los ecosistemas marinos a un punto crítico del que podrían no recuperarse.
Ben Halpern, director del Centro Nacional de Análisis y Síntesis Ecológica y líder del proyecto, aseguró que los resultados fueron “preocupantes e inesperados”.
No sorprende que la presión humana aumente, explicó, sino la magnitud y la rapidez con la que lo hará.
La investigación recopiló datos sobre diez presiones humanas, como el calentamiento del agua, la acidificación, el aumento del nivel del mar, la pesca excesiva y la contaminación costera.
Con esta información se elaboraron mapas que proyectan cómo se intensificarán los impactos entre 2041 y 2060 bajo distintos escenarios de emisiones de carbono.
Resultados alarmantes en los océanos
Los científicos estiman que, a escala global, los impactos podrían crecer entre 2.2 y 2.6 veces, mientras que en zonas tropicales podrían multiplicarse hasta por 3.2. Las regiones polares también sufrirán, aunque con un avance más lento.
Actualmente, menos del 0.1 % de las aguas marinas se encuentran en riesgo crítico, pero bajo el peor escenario esa cifra podría escalar al 3.9 % en apenas dos décadas.
Las áreas más vulnerables incluyen el Ártico, la Antártida, el Mediterráneo, el Sudeste Asiático y las costas de India y Oriente Medio.
Las zonas costeras, que ya reciben impactos acumulativos más fuertes que el océano abierto, pasarían del 1.4 % actual a más del 20 % en situación crítica.
Esto afectaría hábitats clave como manglares, marismas, pastos marinos y arrecifes.
El estudio subraya que el calentamiento marino y la sobrepesca son los principales motores de esta crisis, y que aún es posible modificar el rumbo si se aplican políticas más estrictas para reducir emisiones y mejorar la gestión de los recursos pesqueros.
“Este análisis debe leerse como una advertencia, no como un destino inevitable”, concluyó Halpern.
Con información tomada de Wired.