En las profundidades del océano Atlántico late un motor silencioso que regula el clima del planeta: la Circulación Meridional Atlántica (AMOC).
Este sistema de corrientes, responsable de mover calor y nutrientes a lo largo del globo, ha funcionado durante miles de años como una especie de termostato natural.
Sin embargo, un estudio reciente advierte que podría apagarse mucho antes de lo que imaginábamos.
La investigación, publicada en Environmental Research Letters y respaldada por el Instituto de Investigación del Impacto Climático de Potsdam, señala que el colapso de la AMOC podría ocurrir después del año 2100 si las emisiones de gases de efecto invernadero siguen su curso actual.
Lo preocupante es que incluso en escenarios de emisiones moderadas se observan signos de debilitamiento crítico.
¿Qué pasaría si la AMOC se detiene?
La AMOC transporta calor desde los trópicos hacia el norte del Atlántico.
Si se interrumpe, Europa podría enfrentar inviernos más duros y veranos más secos.
Por su parte, los trópicos sufrirían alteraciones en sus lluvias.
Los modelos muestran que la transferencia de energía térmica en el Atlántico Norte podría caer hasta en un 80%.
El origen de este riesgo está en el debilitamiento de la convección profunda en mares como el Labrador y el Nórdico, donde las aguas frías solían hundirse para mantener el ciclo.
Con el calentamiento global, esas aguas pierden densidad y ya no cumplen su función, iniciando un círculo vicioso que empuja al sistema hacia el colapso.
El riesgo del Atlántico que ya no se puede ignorar
Los científicos advierten que, aunque todavía es posible reducir el riesgo con acciones climáticas inmediatas, ya no es posible eliminarlo por completo.
Además, el estudio recuerda que este sistema ya ha colapsado en el pasado, provocando cambios drásticos en el clima global.
El mensaje es claro: lo que ocurre en el Atlántico no se queda en el Atlántico.
El destino de la AMOC está íntimamente ligado al futuro de nuestro clima, y su debilitamiento es una llamada urgente a actuar contra el calentamiento global.
Con información de National Geographic.