imagen tomada de desafiaciencia.cl
En las aguas de Mission Bay, San Diego, un grupo de investigadores acaba de descubrir una variedad de pasto marino capaz de sobrevivir con poca luz, un avance que podría transformar la forma en que se restauran los ecosistemas costeros del planeta.
El equipo del Salk Institute y la Scripps Institution of Oceanography (UC San Diego) identificó un híbrido natural entre Zostera marina y Zostera pacifica con una sorprendente resistencia a la sombra.
Esta capacidad lo convierte en una pieza clave para recuperar praderas marinas, fundamentales para proteger la biodiversidad, capturar carbono y reducir la erosión costera.
El híbrido, bautizado como Zostera marina × Zostera pacifica, surgió durante un proyecto de restauración en 2011, cuando ambas especies fueron plantadas juntas tras un dragado.
Desde entonces, los científicos observaron que el nuevo pasto no solo sobrevivía en zonas turbias, sino que mantenía la fotosíntesis activa incluso con poca luz, algo que sus “padres” no logran.
Según la revista Nature Plants, la clave está en su reloj circadiano más flexible y en la activación de genes heredados de Z. pacifica que permiten aprovechar mejor la luz solar.
En lugar de “descansar” temprano, como hace Z. marina, este híbrido prolonga su captación de energía durante más horas del día.
“Si este híbrido hereda las herramientas genéticas de tolerancia a la sombra, podríamos usarlo para guiar futuros proyectos de restauración”, explicó Todd Michael, investigador principal del Salk Institute.
Las praderas marinas han sido duramente afectadas por la contaminación, el desarrollo costero y el cambio climático.
Los métodos tradicionales de restauración, basados en trasplantar Z. marina, fallan en más de la mitad de los casos debido a la falta de luz bajo el agua.
Este nuevo híbrido representa una esperanza, ya que podría prosperar en condiciones donde otras plantas no sobreviven, ayudando a estabilizar los sedimentos, mejorar la calidad del agua y ofrecer refugio a peces e invertebrados.
Aunque el descubrimiento entusiasma a la comunidad científica, aún quedan preguntas por resolver.
La investigadora Malia Moore advierte que es necesario estudiar si el híbrido puede reproducirse naturalmente o si su expansión depende de la clonación.
También se desconoce cómo afectará a otras especies del ecosistema.
Por ahora, los científicos coinciden en que este hallazgo abre la puerta a una nueva era de restauración genética, donde la selección de especies adaptadas al entorno sustituirá los métodos de prueba y error.
Con el desarrollo de estas herramientas, el futuro de las costas podría ser más verde y resiliente gracias a un pasto marino que aprendió a prosperar en la sombra.
Con información de Infobae.
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