¿Cómo es que China pasó a liderar la lucha contra el cambio climático?
En los últimos días, la Unión Europea ha mostrado señales de debilidad en su histórica lucha contra el cambio climático.
Países como Alemania, Francia, Italia y Polonia han expresado dudas sobre recortar emisiones tan rápido, alegando riesgos para la industria y el bienestar social.
La votación de los objetivos para 2040 se ha retrasado y ahora se plantea una versión más moderada para 2035.
Además, algunos Estados europeos presionan para usar créditos de carbono internacionales, lo que reduce la exigencia de reducir emisiones dentro del continente.
Mientras la UE discute, China toma un camino opuesto y firme hacia la sostenibilidad.
China mantiene el rumbo
A pesar de ser el mayor emisor de CO₂ en términos absolutos, China ha acelerado su transición ecológica.
Ha adelantado su compromiso con el Acuerdo de París al primer trimestre de 2025, logrando reducir sus emisiones de CO₂ en 1,6 % interanual, incluso con la demanda eléctrica al alza.
El país lidera a nivel mundial en energías renovables, con más de 1.408 gigavatios (GW) de capacidad solar y eólica instalados.
Solo en energía eólica, China representa más de la mitad de las nuevas instalaciones offshore del mundo y supera ampliamente a Estados Unidos y Europa en capacidad total.
En movilidad, China también domina la producción de vehículos eléctricos. En 2024, más del 50 % de los coches eléctricos del mundo se fabricaron allí, impulsados por políticas estatales, incentivos fiscales y restricciones a los vehículos de combustión.
Europa: promesas con freno de mano
Mientras tanto, la UE enfrenta retrocesos.
La capacidad de energía eólica instalada en Europa en la primera mitad de 2025 fue menor de lo esperado, y algunos países buscan flexibilizar el calendario de eliminación de coches a gasolina y diésel.
La preocupación por costes y competitividad ha generado dudas sobre los compromisos previos, debilitando su liderazgo climático.
Con Estados Unidos reduciendo su compromiso durante la era Trump y la UE mostrando fisuras, China se perfila como la referencia mundial en la lucha contra el cambio climático.
Para mantener la meta de limitar el calentamiento global a 1,5 °C, será clave que otros países sigan su ejemplo y no bajen la guardia en la transición energética.
China no solo demuestra con palabras, sino con acciones: energías limpias, coches eléctricos y políticas robustas. Mientras Europa debate, el gigante asiático marca el camino hacia un futuro más verde.
Con información de Público.