Investigadores del Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM usan gorgojos para examinar bolsas de plástico y saber si son biodegradables.
El equipo creó una técnica novedosa, rápida y de bajo costo para analizar si los productos que hay en el mercado son biodegradables o compostables.
Se sabe que las bolsas compostables, por ejemplo, tienen compuestos de harina de maíz, de yuca que atraen a las larvas.
Rojas Valencia también destacó que la diferencia entre una biodegradable y una compostable son sus componentes: a la primera le agregan aditivos; a la segunda, resinas procedentes de fuentes renovables como almidón de maíz.
Dicho procedimiento no requiere equipos sofisticados, ni personal especializado o reactivos.
La investigadora Neftalí Rojas Valencia dijo que se comen la bolsa y no es necesario mezclarlas con ningún otro componente.
Detalló que existen normas para evaluar si las bolsas son biodegradables o compostables y si contienen elementos tóxicos. Mediante su técnica, con una sola prueba pueden determinar esos parámetros.
En sus análisis de las heces de los gorgojos también han encontrado micronutrientes que sirven para las plantas.
Después de efectuar los estudios, hemos sembrado allí semillas de pasto, cebada, tomate, rábano y germinan bien. El sustrato es muy bueno al igual que su apariencia, comentó.
Estimó importante que la población considere que el mejor residuo es el que no se genera, por lo que sugirió disminuir el uso de bolsas de plástico, las cuales se dice pueden tardar hasta décadas en descomponerse; o bien, revisar sus especificaciones para adquirir las que son biodegradables o compostables.