En los últimos tiempos México ha experimentado una grave crisis en materia de agua que parece agravarse cada año.
A enero de 2024, de los 653 acuíferos del país y las 731 cuencas hidrológicas, 105 se encuentran en condiciones de sobreexplotación y 104 presentan problemas de disponibilidad.
El 82% de los municipios presentó niveles de sequía de moderada a extrema y sólo el 31.5% de los hogares reportó continuidad en el suministro del líquido.
Origen y causas
Este problema tiene su origen en distintas causas. Por un lado, ha habido un incremento importante en la población, especialmente en los centros urbanos del país. Eso ha ocasionado una fuerte demanda.
Por otro, el calentamiento global y la escasez de lluvias ha provocado sequías y reducciones de agua pluvial.
Finalmente, la estrategia del gobierno para combatir la escasez se ha centrado principalmente en reparar la infraestructura existente.
Agua en los hogares
Pero no se han planteado estrategias a corto plazo para procurar la seguridad de agua en los hogares mexicanos.
Es urgente replantear el debate y las acciones públicas en torno a este tema. Además de las reparaciones a la infraestructura hidráulica del país, el Estado debe llevar a cabo acciones que aseguren que haya agua en los hogares que pueda ser usada de forma segura.
La seguridad de agua se mide en cuatro dimensiones: Disponibilidad, Acceso, Uso y Estabilidad. Las estrategias gubernamentales se han enfocado principalmente en la disponibilidad de agua. Sin embargo, esto resulta insuficiente.