Sin polinizadores no hay gastronomía mexicana, afirmaron expertos de la UNAM.
Para ser fecundadas y dar semillas y frutos, diversas plantas nativas necesitan que abejas o abejorros lleven el polen de una flor a otra flor de su misma especie, dijo Gerardo Ceballos, investigador del Instituto de Ecología de la UNAM.
Es por eso que las abejas y otros polinizadores en nuestro medio ambiente se encuentran amenazados y de su existencia dependen cultivos clave para la dieta mexicana, como jitomate, chile, tomate, frijoles, calabazas, cacao, aguacate, café, guayaba, ciruelas, papaya, durazno, manzana, pera, pimiento, sandía, melón, pepino, fresa, zarzamora, tejocote, higo, nuez de la india, mango, naranja, entre otros.
Polinizadores
“Los polinizadores son cruciales en la reproducción sexual de las plantas en condiciones naturales”, así lo afirma Mauricio Quesada Avendaño, del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad y coordinador del Laboratorio Nacional de Análisis y Síntesis Ecológica de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) Morelia.
“Existen más o menos unas 300 mil angiospermas, es decir, plantas con flor en el planeta. Prácticamente la mayoría de estas 300 mil especies de plantas con flor requieren de polinizadores como vectores esenciales en este proceso: transportan el polen, es decir, la función masculina la depositan sobre la femenina de las flores y luego ocurre la fertilización. Lo anterior mantiene su diversidad genética en el planeta, lo cual resulta ser algo muy importante porque permite la regeneración de nuestros ecosistemas”, señaló el investigador.
Si bien es cierto que las abejas y sus diferentes especies son los polinizadores más populares del planeta, sobre todo en los últimos años cuando se han impulsado acciones en favor de su preservación frente a las distintas amenazas que enfrentan, no son las únicas que tienen esa función dentro de un ecosistema sano.