México, a 29 de junio.- A pesar de todo, el sector inmobiliario no se ha desacelerado, pero es uno de los sectores que ha manifestado mayores cambios y ruptura de paradigmas. Su reconfiguración prosigue en concordancia con las demandas de nuevos tipos de vivienda de todos los segmentos, detalla Luis Domingo Madariaga Lomelín. Lo anterior, pese a la pandemia y, colateral a los efectos que tuvo en la vida cotidiana de miles de millones de personas alrededor del mundo.
Ahora bien, el especialista en inversiones inmobiliarias señala que, respecto al sector del mercado de vivienda vertical, antes de la pandemia, la demanda de este cayó en ventas a nivel nacional en un 15%, y sucedió lo mismo en la Ciudad de México.
“Para sorpresa del entorno Real Estate, las ventas de vivienda vertical en el interior de la República presentaron un incremento durante el 2020, siendo Guadalajara y Monterrey donde se registró el mayor avance, del 3% y 5%; aunque hay otras con avances significativos como Puerto Vallarta, León, Mazatlán y Aguascalientes; no obstante, como se sabe son mercados más reducidos”.
Estos parámetros constituyen, para Luis Domingo Madariaga Lomelín, un avance positivo que a futuro debería leerse como una tendencia de beneficio para el crecimiento económico de las distintas regiones del país, toda vez que los desarrollos inmobiliarios de viviendas verticales contemplen el desarrollo del entorno, tal como infraestructura pública, áreas verdes, restauración de elementos tanto culturales como deportivos, así como vías de comunicación e integración tecnológica.
Vivienda vertical de carácter asequible
“Indudablemente, el desarrollo de viviendas verticales es sinónimo de crecimiento económico y plusvalía por el tipo de edificación que representa, pero se debe entender también que, actualmente existe un factor en esta ecuación, el cual apunta a que más del 60% de la oferta de este tipo de viviendas corresponde a un nivel Residencial y Premium, dejando en solo 8% al nivel Medio”.
Por ello, el también experto en arquitectura vertical comparte que, este acontecimiento de oferta en el mercado inmobiliario se debe, en parte, a las regulaciones existentes en el país, las cuales no permiten una alineación entre las necesidades del mercado y lo que puede construir el desarrollador.
El caso de la Ciudad de México
“Como ejemplo tenemos la mancha urbana de la Ciudad de México; en la zona céntrica se focalizan la gran mayoría de centros de trabajo; sin embargo, los trabajadores tienen sus viviendas en las afueras de la metrópoli, principalmente por tema en los costos de compra o renta. Esto debe cambiar, por ello es que luce inmejorable que el desarrollo de vivienda vertical se diversifique, pero siendo de carácter asequible, porque de lo contrario no habría cambios en la realidad que se experimenta actualmente”.
Sobre el particular, Luis Domingo Madariaga Lomelín destaca que, el Programa de Regeneración Urbana y Vivienda 2019-2024 de la CDMX, es proyectado como un revulsivo que permitirá a ámbitos de la sociedad con escasez de recursos, acceder a viviendas dignas. Esto sería posible a través de las facilidades que otorgará el gobierno capitalino a los desarrolladores inmobiliarios, quienes a su vez otorgarán el 30% de viviendas de sus proyectos a este programa.
“El mercado de la vivienda vertical podría tornarse equilibrado en cuanto a oferta para los diferentes segmentos, dependiendo del éxito del programa de vivienda incluyente de la CDMX, porque más adelante podría llevarse a otros estados y diversificarse aún más”.