La Unidad Lerma de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) está asentada en un territorio con un vasto patrimonio biocultural.
Por esa razón por la que está comprometida con la protección del medio ambiente y el registro del conocimiento y prácticas ecológicas locales, afirmó el doctor Raúl Hernández Mar, director de la División de Ciencias Sociales y Humanidades de esa sede académica.
Al inaugurar la primera sesión del seminario Patrimonio biocultural, praxis y cosmos: las ciénegas en la cuenca del Alto Lerma señaló que la riqueza ecológica asociada a este espacio y los rasgos de los paisajes que cada vez son más urbanos, “a partir de la memoria y conocimientos vivos de los habitantes que nos rodean se van construyendo y reconstruyendo nuestros hábitos cotidianos incluidos los de esta sede”.
Cuidar el patrimonio biocultural
El maestro Alan Edgar Rodríguez Guerrero reconoció que la extracción excesiva a partir de las últimas décadas del siglo XX, así como la industrialización del Corredor Toluca-Lerma de años recientes han reforzado la afectación social y ambiental del Sistema Lerma y Cutzamala.
Durante el encuentro organizado por el Área de Procesos Sociales, Políticos e Instituciones de ese campus y el Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología, resaltó cómo estos factores fueron determinantes para que se decretaran las Ciénegas del Lerma como Área Natural Protegida en 2002 para resguardar este tipo de ecosistema que ha funcionado desde épocas milenarias.
Industrialización
“Sabemos que hay una sobreexplotación, el Sistema de bombeo y potabilización Lerma Cutzamala evidencia por qué hay menos líquido, pues además de la utilización agrícola de las haciendas –enfocadas al ganado y las tierras cultivables– conocemos que la industrialización que ahora abarca muchas naves es parte de esta sustracción”.