Antonio Turrent, investigador emérito por el SNI describe a una variedad nativa de Oaxaca que, a últimas fechas, ha generado polémica debido a los intentos de científicos estadounidenses y de una transnacional por patentarla. Eso, pese a ser una semilla perfeccionada durante cinco mil años por las comunidades indígenas que habitan en las selvas y bosques de niebla de la sierra mixe.
El olotón crece en condiciones de suelo y clima muy específicas —de ahí que sólo se siembre en Oaxaca y Chiapas—, pero la idea de los grandes capitales es aislar esta capacidad fijadora del nitrógeno y trasladarla a otras especies.
A decir del académico, transferir dicha característica a otros cultivos y países sería benéfico para el planeta ya que los abonos nitrogenados son contaminantes de principio a fin.
Mientras que su fabricación es responsable del dos por ciento del CO2 emitido a la atmósfera, sus residuos terminan en lagos, ríos y mares, donde eutrofizan las aguas o, en otras palabras, favorecen la multiplicación de algas que agotan el oxígeno acuático y hacen colapsar a los ecosistemas.
Por ello, el doctor Turrent se dice partidario de aprovechar esta característica del olotón en aras de una agricultura mucho más sustentable.
A lo que se opone es a que una transnacional la patente sin reconocerle a los indígenas el mejoramiento genético autóctono desarrollado en las milpas de sus ancestros. Y a que no los haga partícipes de las regalías que esto pueda generar a futuro.
En su libro Laboratorios en la selva, la historiadora y profesora de Harvard Gabriela Soto define a la biopiratería como: “La explotación descarada del conocimiento tradicional y los compuestos químicos a través de medios legales, por lo regular mediante patentes”.
A fin de evitar que las grandes compañías abusen de su poderío económico y se aprovechen de los múltiples vacíos legales que hay, seis instituciones mexicanas —entre las que se encuentran la UNAM y el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (INIFAP)—, participan en un proyecto Conacyt llamado Protección de la Propiedad Intelectual Social del Carácter Fijación Biológica de Nitrógeno del Maíz Olotón.