Un grupo de investigadores del Laboratorio Nacional Argonne del Departamento de Energía de EEUU (DOE) y de la Universidad de Chicago creó una membrana capaz de extraer litio del agua salada con gran eficiencia y bajo costo.
Como un cabello. Esta membrana está hecha de una arcilla abundante, la vermiculita, que cuesta unos 350 dólares por tonelada. Pero el secreto está en cómo se ha manipulado la arcilla: el equipo ha logrado pelar la vermiculita hasta capas bidimensionales, de apenas una milmillonésima de metro, que luego apilaron una sobre otra. Entre ellas colocaron pilares microscópicos de óxido de aluminio, que mantienen la estructura estable y funcional incluso bajo el agua.
¿Cómo lograron la estabilidad? En este punto hay que ponerse un poco más técnicos. Los investigadores infundieron la membrana con cationes de sodio, lo que cambió su carga superficial de neutra a positiva. En este estado, la membrana repele más fuertemente a los iones de magnesio (con carga +2) que a los de litio (con carga +1), lo que permite una filtración mucho más precisa.
Además, al añadir más sodio se estrechan los poros del material, lo que favorece aún más la captura de litio y permite que pasen solo los iones más pequeños, como el sodio o el potasio.
Fuente: xataka.com