Estudiante crea refugios modulares para abejas solitarias y lo nombra "CityBee"
Estudiante crea refugios modulares para abejas solitarias y lo nombra «CityBee»

Estudiante crea refugios modulares para abejas solitarias y lo nombra «CityBee»

Un estudiante surcoreano ha diseñado CityBee, un innovador refugio modular pensado para las abejas solitarias, insectos esenciales para la polinización que suelen quedar en el olvido frente a la abeja melífera.

Estos refugios están creados para instalarse en balcones, azoteas, parques y muros, con el objetivo de devolver a las ciudades un pedacito de biodiversidad.

¿Qué es CityBee?

CityBee es un sistema de refugios ligeros y fáciles de montar que ofrecen a las abejas solitarias un espacio seguro para habitar.

Cada módulo está diseñado con orificios de distintos tamaños, adaptados a especies locales, lo que aumenta sus probabilidades de uso.

Además, su carcasa translúcida protege de depredadores y permite observar de cerca la vida de estos polinizadores sin alterar su hábitat.

A diferencia de los hoteles de abejas tradicionales, CityBee destaca por su diseño modular y adaptable.

No solo cumple una función ecológica, también busca integrarse en el entorno urbano como un objeto estético y educativo.

Esto lo convierte en una herramienta práctica para escuelas, vecinos y comunidades interesadas en crear pequeños corredores ecológicos dentro de la ciudad.

¿Por qué es importante cuidar a estas abejas?

Aunque la conversación sobre polinizadores suele centrarse en la apicultura y la producción de miel, más del 90 % de las especies de abejas son solitarias.

Muchas enfrentan riesgos debido a la urbanización, la contaminación y la pérdida de hábitat.

Con CityBee, cualquier persona puede contribuir a su conservación y ayudar a restaurar los ecosistemas urbanos, incluso desde un balcón o un jardín.

El proyecto busca escalar su implementación en escuelas, parques y espacios comunitarios, además de mejorar los materiales para que sean más resistentes, reciclables y accesibles.

La meta es clara: impulsar una cultura de convivencia entre humanos y polinizadores, donde la educación ambiental y la biodiversidad se encuentren en el corazón de las ciudades.

Con información de Eco Inventos.

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