El MIT crea un filtro que convierte edificios en máquinas para capturar CO₂ sin usar energía
El MIT crea un filtro que convierte edificios en máquinas para capturar CO₂ sin usar energía

El MIT crea un filtro que convierte edificios en máquinas para capturar CO₂ sin usar energía

Imagina que tu edificio pudiera limpiar el aire mientras respiras. Un grupo de investigadores del MIT acaba de hacerlo posible con un filtro de aire capaz de capturar dióxido de carbono (CO₂) directamente desde los sistemas de ventilación, sin necesidad de gastar energía extra.

La innovación utiliza la infraestructura que ya existe en casas, oficinas o fábricas: los sistemas HVAC (calefacción, ventilación y aire acondicionado).

Con solo reemplazar los filtros tradicionales por estos nuevos, los edificios podrían convertirse en verdaderas máquinas de captura de carbono.

El filtro está hecho de nanofibras de carbono recubiertas con un polímero especial (PEI) que atrapan el CO₂ de forma pasiva, sin frenar el flujo del aire.

Y cuando se llena, puede regenerarse con luz solar o con un impulso eléctrico de apenas dos segundos.

Eficiencia del 92% y sin gasto energético

La gran ventaja de esta tecnología es su eficiencia del 92% cuando se usa energía solar, con un impacto energético casi nulo para el edificio.

Además, es mucho más económica que las enormes plantas de captura directa: eliminar una tonelada de CO₂ costaría unos 362 dólares, frente a los más de 800 que cuesta con métodos actuales.

Si se aplicara a gran escala, estos filtros podrían capturar hasta 596 millones de toneladas de CO₂ al año, el equivalente a las emisiones anuales de países enteros como Australia o Corea del Sur.

Una solución simple al CO₂ con un gran potencial

Su instalación sería sencilla y de bajo costo, ya que aprovecha los sistemas de ventilación existentes.

Esto permitiría descarbonizar edificios sin grandes reformas, reducir emisiones urbanas y complementar los esfuerzos globales contra el cambio climático.

El reto ahora no está en la ciencia, sino en la producción masiva y la distribución de los filtros.

Pero los investigadores confían en que este enfoque descentralizado podría transformar la manera en que las ciudades enfrentan la crisis climática: un edificio a la vez.

Con información de Ecoinventos.

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