Hace apenas diez años, gran parte de República Dominicana enfrentaba un panorama desolador: suelos degradados, montañas peladas y campesinos con cada vez menos agua para trabajar sus tierras.
Hoy, la historia es muy distinta.
El país caribeño ha logrado restaurar el 18% de sus tierras degradadas, un hito que lo coloca como uno de los mayores logros ambientales de América Latina.
El cambio se debe, en gran medida, al Plan Yaque, un proyecto que desde 2009 trabaja en la recuperación de la cuenca del Río Yaque del Norte, el más largo del país.
La estrategia fue simple pero poderosa: convencer a los dueños de fincas de que plantar árboles no solo es bueno para el planeta, sino también para garantizar agua y vida en sus terrenos.
Historias como la de don Franklin, que decidió reforestar su finca con más de 50 mil árboles, muestran el impacto de este esfuerzo.
Mientras su vecino mantiene su tierra árida, la suya florece con cedros, pinos criollos y hasta colibríes que regresaron a habitar la zona.
República Dominicana lucha contra el tiempo
El proyecto no solo combate la deforestación, también enfrenta amenazas como el cambio climático y la gentrificación.
Sequías más largas, lluvias más intensas y la construcción de segundas residencias en zonas de montaña ponen en riesgo lo avanzado.
Sin embargo, líderes comunitarios y técnicos ambientales han creado estrategias para proteger los terrenos reforestados y evitar que vuelvan a quedar expuestos.
Organismos internacionales ya han destacado este logro.
La Convención de Naciones Unidas de la Lucha Contra la Desertificación lo califica como un caso inspirador: muestra que es posible revertir la degradación del suelo sin frenar el crecimiento económico.
De hecho, el PIB de República Dominicana pasó de 54 mil millones en 2010 a 89 mil millones en 2019.
La lección es clara: cuidar la naturaleza no significa renunciar al desarrollo, sino elegir un futuro más sostenible.
En palabras de los líderes del Plan Yaque: “Todos ganamos cuando el suelo se mantiene vivo”.
Con información de El País.