En un remoto sector del suroeste amazónico de Brasil, un equipo de biólogos del Museo Nacional de la República Checa, documentó una nueva especie de rana dardo venenosa azul.
Se trata de un hallazgo significativo que amplía el catálogo de anfibios del Amazonas y revela la riqueza biológica aún oculta en esta vasta selva tropical.
El ejemplar, avistado por primera vez en marzo de 2023 y oficialmente descrito el 14 de mayo de 2025, ha sido bautizado como Ranitomeya aetherea.
Su denominación hace alusión a su tonalidad celeste, que evoca una apariencia casi etérea. El descubrimiento de esta rana en el Amazonas resalta la urgencia de preservar ecosistemas que albergan especies endémicas del Amazonas aún desconocidas por la ciencia.
Una rana con colores inusuales
La rana azul con patas cobrizas se distingue por un diseño corporal único. Su dorso muestra franjas azul claro sobre una superficie más oscura, mientras que sus patas presentan un tono metálico cobrizo decorado con manchas marrones irregulares.
Este patrón cromático no solo resulta llamativo, sino que sugiere una posible función de advertencia, ya que estos anfibios del Amazonas suelen contener toxinas como parte de su defensa.
Aunque los habitantes locales están familiarizados con ranas de colores intensos, afirman que nunca habían visto una con esta combinación particular. Según las observaciones de campo, también el vientre del ejemplar presenta un tono azul pálido salpicado de manchas oscuras, reforzando su apariencia distintiva dentro del grupo de ranas coloridas de Sudamérica.
La familia Dendrobatidae, a la que pertenece esta especie, es reconocida por su producción de alcaloides neurotóxicos. Aunque el equipo solo ha recolectado algunos ejemplares, se sospecha que la Ranitomeya aetherea podría tener compuestos venenosos aún no identificados, reforzando su inclusión entre las ranas venenosas con patas cobrizas.