Adolescente chino crea un sistema de riego por condensación que podría cambiar la lucha contra la desertificación
Adolescente chino crea un sistema de riego por condensación que podría cambiar la lucha contra la desertificación

Adolescente chino crea un sistema de riego por condensación que podría cambiar la lucha contra la desertificación

A veces, las grandes soluciones nacen de ideas simples. Ese es el caso de Jia Mingxuan, un adolescente chino de 14 años que diseñó un sistema de riego por condensación capaz de obtener agua del aire para mantener vivos árboles jóvenes en regiones afectadas por la sequía.

Su invento, elaborado con tubos de acero y botellas recicladas, acaba de ganar el máximo reconocimiento en la edición 77 de la iENA, una de las ferias de invención más importantes del mundo.

Jia vive en Chifeng, al norte de China, una zona que lucha desde hace décadas contra la desertificación.

Allí, miles de plantones mueren cada temporada porque regarlos manualmente es costoso y muchas veces imposible.

El joven inventor vio este problema desde pequeño y entendió que la clave no era plantar más, sino lograr que los árboles sobrevivieran.

¿Cómo surgió la idea del sistema de riego?

Su idea nació en la cocina familiar. Un día observó cómo el vapor se convertía en gotas al tocar los azulejos fríos, y ese sencillo fenómeno inspiró el diseño de su dispositivo.

El sistema funciona creando un contraste de temperaturas dentro de un tubo enterrado.

El viento impulsa el aire hacia el interior, la humedad se condensa y las gotas se dirigen directamente a la raíz del árbol. Todo esto sin electricidad, sin bombas y sin tanques externos.

Aunque parece sencillo, el proceso de perfeccionarlo no lo fue. Jia caminaba 30 kilómetros para revisar sus prototipos y medía la humedad antes de regresar a la escuela.

Su dedicación llamó la atención de su comunidad incluso antes del premio internacional.

El invento ha generado entusiasmo entre especialistas en control de arena, quienes ven en él una herramienta valiosa para regiones donde la tecnología avanzada no siempre es viable.

Aohan Banner, una zona piloto de reforestación digital, ya emplea sensores, sistemas satelitales y análisis remoto para mejorar la supervivencia de los árboles. Propuestas como la de Jia podrían complementar estas tecnologías en zonas aisladas.

Ahora, el joven trabaja junto a un equipo de investigación en Shanghái para mejorar la estabilidad del dispositivo y desarrollar materiales más duraderos, desde bioplásticos hasta aleaciones ligeras.

Su objetivo es claro: escalar la idea sin aumentar el impacto ambiental.

Este sistema de riego por condensación podría facilitar la reforestación en territorios remotos, apoyar proyectos comunitarios y ser útil para países que también enfrentan la desertificación, desde regiones del Sahel hasta zonas secas del sur de Europa.

Lo que empezó con unas gotas en una pared se ha convertido en una solución que podría ayudar a restaurar ecosistemas enteros.

El proyecto de Jia demuestra que la innovación no siempre requiere grandes laboratorios, sino curiosidad, creatividad y la voluntad de transformar un pequeño descubrimiento cotidiano en una herramienta para cuidar el planeta.

Con información de Eco Inventos.

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