Mucha de la miel que consumimos no es natural y ello puede afectar nuestra salud, ya que podría estar adulterada con azúcares o ser una mezcla de algún edulcorante con saborizante y colorante. Por ello, el maestro en Ciencias enseña a sus estudiantes —y en entrevista expone para el público en general— algunas pruebas fáciles, rápidas y caseras para identificar si es natural o no.
Miel natural contra edulcorantes y productos artificiales
Pese a que contiene pocos azúcares, la miel natural posee un sabor dulce, a diferencia de la que es un edulcorante o un producto alterado de forma artificial. “Cuando es natural y de calidad tiene más levulosa que fructosa, por ello es 1.5 veces más dulce que la glucosa o el azúcar normal, lo que implica que se consumen menos azúcares”.
Una de sus características es que cuando está a menos de 14 grados Celsius dura líquida entre 14 y 15 días, después se cristaliza. “Sin embargo, si la temperatura es de 26 grados no ocurre así; eso debe tomarse en cuenta”, señala Liborio Carrillo, responsable del Módulo de Apicultura de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán de la UNAM, responsable del Módulo de Apicultura de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán de la UNAM.
Además, toda la miel natural tiene granos de polen, lo que el maestro Liborio y su equipo analizan mediante una prueba llamada melisopalinología. Se toma una muestra, se lava el azúcar y con una centrífuga se sedimenta el polen. Al final queda un pequeño rastro de estos granos en un tubito de plástico, que revisan y cuentan: “Se dice que es de tal o cual característica según la cantidad detectada”.