México 10 octubre._ En los últimos años las sequías han aumentado debido a los efectos del cambio climático generado por el hombre. Según el reporte de sequías de la ONU (2022), desde el año 2000 el número de estos eventos y su duración se han incrementado en 29% dejando afectadas a unas 55 millones de personas a nivel mundial.
México no ha quedado exento de estas condiciones que, aunadas a las características de aridez en el territorio nacional, han dado lugar a efectos climáticos extremos. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) reportó que en 2009 se presentó la segunda peor sequía en 60 años.
En 2010 ha sido el año más lluvioso del que se tenga registro, e informó en 2011 que 52% del territorio observó el peor año de sequía en las últimas siete décadas. La ONU también detalló que en 2021, el 85% del territorio mexicano presentó condiciones de sequía.
Efectos
Los efectos de una sequía se extienden a prácticamente todos los sectores y su huella de impacto es mayor respecto a otros desastres naturales.
No solo se trata de una restricción en el abasto de agua, sino de otros efectos como la erosión del suelo, la pérdida de biodiversidad y el incremento de riesgo de incendios.
En suma, dichos efectos repercuten en la calidad de vida de la sociedad al reducir el acceso a los alimentos y servicios básicos. Incluso, se han relacionado como una causa de migración humana.
Debido a estas condiciones y efectos, las sequías se consideran uno de los eventos climáticos más costosos tanto en pérdidas económicas como humanas.
Por ejemplo, en Estados Unidos el U. S. Drought Monitor reporta de manera periódica información relacionada a condiciones de sequía generada a partir de datos aportados por diferentes dependencias, entre ellas, el Departamento de Agricultura (USDA) y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).
El Monitor de Sequía en México (MSM), a cargo del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), también genera de forma periódica mapas de sequía en el territorio nacional.