México 8 junio._ La ranita del Pedregal es considerada un bioindicador para determinar y evaluar el índice de contaminación de un lugar, especialmente de la atmósfera o del agua, asegura la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).
Es llamada así por ser una especie exclusiva de la región sur de la capital mexicana. Pertenece al ecosistema conocido como el Pedregal de San Ángel, el cual se formó hace dos mil años tras la erupción del volcán Xitle,
La Conabio señala que recientemente se ha registrado presencia de ranas fisgonas en algunas otras localidades cercanas en la Ciudad de México y el Estado de México, por lo que se sugiere que su distribución es más amplia a la reportada.
Son consideradas buenas bioindicadoras de la calidad del ambiente, ya que tienen ciclos de vida bifásicos en los que las larvas. Y los adultos requieren diferentes hábitats y tienen diferente alimentación.
Su piel es altamente permeable por lo que absorben y acumulan rápidamente los elementos del ambiente lo que los hace vulnerables a los cambios físicos y químicos de los hábitats terrestres y acuáticos.
Nutrientes
Y, además, tienen baja capacidad de dispersión y alta fidelidad a sus sitios de reproducción, por lo que ante cualquier alteración de su hábitat no migrarán a otros sitios.
A esto se suma, según la Conabio, que las ranas tienen un papel fundamental en el ciclo de nutrientes de los ecosistemas ya que en sus hábitats son los principales depredadores de invertebrados, en su mayoría de insectos, actuando como control biológico de estas poblaciones.
La ranita del Pedregal, también conocida como rana fisgona mayor es una especie pequeña de anfibios casi imposible de ver, pero que llegada las primeras lluvias inicia su actividad. No obstante, este anfibio es fácil de localizar ya que es delatado por su canto de cortejo similar al sonido producido por un grillo.
¿Cómo es la ranita del Pedregal?
Tiene un tamaño aproximado de 30.5 mm de hocico a cloaca, es decir mide poco más de tres centímetros de largo. Se caracteriza por tener el tímpano de gran tamaño, el ancho internarial grande, el fémur y la ingle con manchas blancuzcas. El vientre de color ante y las puntas afiladas de los dos dedos externos de la mano.