México 10 julio._ Mediante una sinergia entre científicas y productores del campo, la UNAM impulsa en Tlaxcala soluciones para garantizar la conservación y la variabilidad genética de dos especies vegetales: el agave pulquero (Agave salmiana) y la orquídea Flor de Mayo (Laelia speciosa).
El trabajo se realiza en el Laboratorio Regional de Biodiversidad y Cultivo de Tejidos Vegetales, que forma parte del Laboratorio Nacional de Biodiversidad (LANABIO), del Instituto de Biología (IB) de esta casa de estudios.
“El eje principal es propagar el agave pulquero de la zona de Tlaxcala para apoyar a los productores. Esto surge como un convenio entre el gobierno del estado de Tlaxcala (en especial con la entonces Secretaría de Fomento Agropecuario estatal) y el IB de la UNAM firmado en 2014”, recordó Ana Laura López Escamilla, responsable de ese espacio de investigación y técnica académica del Instituto.
La planta tiene una distribución amplia y esa entidad era un lugar importante de producción de pulque junto con Hidalgo y parte del Estado de México. “Pero ha sido sobreexplotado, por eso es importante buscar estrategias alternativas para promover su conservación y hacer un uso racional de esta”, comentó.
Conservación
En el laboratorio se propaga a través de semilla, porque de manera convencional los campesinos separan los hijuelos (retoños que nacen de la raíz de la planta) y los van sembrando.
Pero son copias de la mamá que se van multiplicando de manera extensiva y eso reduce la variabilidad genética. Para nosotros era importante que los productores dejaran generar el escapo floral (tallo desprovisto de hojas), llegaran los polinizadores y se produjeran las semillas. Partimos de estas porque con cada una se puede promover la conservación de la especie, y que no sean los cultivos copias de la misma progenitora, explicó.