México 15 julio._ Científicos y empresas emergentes japonesas compiten en proyectos para tratar de remediar el creciente problema de la basura espacial.
Más de un millón de desechos de más de un centímetro provenientes de viejos satélites, así como fragmentos de cohetes, gravitan ya a alta velocidad alrededor de la Tierra. Ello, según los últimos cálculos de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Y lo más preocupante es que la cantidad puede aumentar desmesuradamente con la llegada de «megaconstelaciones» de satélites que buscan suministrar acceso a internet más rápido.
«Entramos en una era en la que muchos satélites serán lanzados unos tras otros. El espacio estará cada vez más lleno» de objetos y desechos, dice Miki Ito, dirigente de Astroscale, nueva empresa japonesa que trabaja a favor de un espacio «sostenible».
«Simulaciones sugieren que el espacio será inutilizable si seguimos» así, advierte Ito.
A la fecha ya se han registrado varios incidentes. En enero, fragmentos de un antiguo satélite soviético rozaron un satélite chino. Y el año pasado la cobertura térmica de un brazo robótico de la Estación Espacial Internacional (ISS) fue agujereado por un fragmento de unos milímetros apenas.
Alerta sobre «desechos cercanos»
«Los pequeños desechos son problemáticos porque no están catalogados». A diferencia de los voluminosos, que tienen nombres y cuya posición y velocidad «son registrados de manera permanente», dice a la AFP Toru Yamamoto, investigador de la Jaxa, agencia espacial japonesa.
Desechos
Hay reglas con buenas recomendaciones en materia de prácticas espaciales, como por ejemplo desviar satélites viejos hacia una «órbita cementerio». Pero eso no es suficiente, pues en la actualidad ningún texto internacional aplicable está en vigor.
«Un satélite geoestacionario recibe unas 100 alertas sobre ‘desechos cercanos’ por año», declara a la AFP Tadanori Fukushima, ingeniero del operador japonés de satélites Sky Perfect JSAT.
Fukushima fundó una «start-up» para buscar una solución aún experimental. Es un rayo láser que pulverizará la superficie de los desechos espaciales, creando un impulso energético para desplazar los objetos a una nueva órbita.
Fuente: eltiempo.com