México 8 diciembre.- Joanne Chory, doctora honoris causa por la UNAM, trabaja con plantas para el secuestro de carbono y convertirlo en biomasa. Y es que los suelos de la Tierra contienen una gran cantidad de carbono. Eso constituye aproximadamente tres veces la reserva atmosférica actual de CO2.
Se calcula que los suelos de las tierras de cultivo y de pastoreo tienen una enorme capacidad para almacenar carbono, la cual brinda la oportunidad de aprovechar la genética para mejorar los rasgos relacionados con el secuestro de carbono mediado por plantas, detalló.
Varias características de las plantas son buenas candidatas para facilitar el secuestro de carbono; la biomasa de las raíces es una de ellas, ya que determina los aportes de raíces y contribuye, aproximadamente cinco veces más, al secuestro de carbono que la masa equivalente de hojarasca aérea, explicó.
“Decidimos que con esta iniciativa teníamos que aprovechar algún elemento de distribución global y lo que hemos hecho es trabajar con semillas de maíz y arroz en sus formas silvestres, pero también se puede trabajar con granos de soya, sorgo y canola. Estas especies tienen una gran distribución global”, detalló la investigadora.
Características especiales
Si bien hay varias plantas que podrían ser usadas en el proyecto, deben tener características especiales como mecanismos que aumenten el secuestro de carbono.
También deben vivir más en los suelos, es decir, las plantas finales deberán soportar una interacción compleja entre la composición química, la oclusión física del carbono dentro de los agregados del suelo, la formación de complejos organominerales estables y la conectividad de la película de agua con los microbios.
“Las plantas modificadas se encuentran aún en etapa de investigación en el laboratorio, pues aún falta mucho por hacer antes de llevarlas a campo. Pero hemos tratado de evitar los OGM’s» .
Secuestro de carbono
La bioquímica de la raíz también influye en la descomposición, y un rasgo candidato principal es la cantidad del producto natural suberina en las raíces.
Este es un complejo lipofílico que se compone de ácidos grasos de cadena larga y compuestos poliaromáticos, la cual puede ser una buena fuente para el secuestro de carbono debido a su estabilidad bioquímica y su interacción con los minerales del suelo y la oclusión en los microagregados de la capa superior del suelo.
En un artículo publicado recientemente en la revista Plant Cell (2022), Chory detalla que la planta ideal debe acumular suberina en la pared celular de sus células de raíz y formar un sistema de raíces vasto y profundo.