Parece que la Agenda 2030 está lejos de alcanzar sus metas y, en algunos casos, éstas han retrocedido sus planteamientos iniciales.
Una investigación reciente de la revista especializada Nature (https://shorturl.at/gvy45) argumenta que “cuando se trata del progreso hacia los objetivos y sus 169 metas vinculadas, el balance es sombrío».
«En los primeros años después de 2015, el mundo avanzaba poco a poco: la mortalidad infantil y la pobreza extrema estaban disminuyendo, por ejemplo, y el acceso a la electricidad estaba aumentando. Pero los cambios geopolíticos, la pandemia de la Covid-19, la fuerza inexpugnable del cambio climático y la guerra en Ucrania han socavado la mayoría de los logros”.
El artículo titulado “The world’s goals to save humanity are hugely ambitious, but they are still the best option” (Los objetivos del mundo para salvar a la humanidad son enormemente ambiciosos, pero siguen siendo la mejor opción), en el que participaron cerca de una centena de científicos y especialistas en políticas públicas de diferentes disciplinas, apunta:
“Es probable que sólo alrededor del 12 % de los objetivos se cumplan antes de la fecha límite, y en alrededor del 30 % el progreso se ha estancado o ha retrocedido. Se estima que en 2030, 575 millones de personas seguirán viviendo en la pobreza extrema. Para entonces, es probable que el mundo también haya incumplido el objetivo de limitar el calentamiento global a 1.5 ° C con respecto a las temperaturas preindustriales, que se acordó en la Cumbre Climática de París de 2015. Y si seguimos la trayectoria actual, las brechas de género y la discriminación no se eliminarán hasta dentro de 286 años.”