En 2017 años entre el escombro y la tristeza, sus ladridos fueron de esperanza, son héroes de olfato, de corazón, de cuatro patas y son perros universitarios.
Ellos trabajaron día y noche en medio del desastre por el sismo del 19 de septiembre de 2017, se trata de los caninos se la jugaron para salvar la vida de las personas.
Entre ellos, estuvieron Baco y Gala dos pastor belga que integran la Unidad Canina de Búsqueda y Rescate de Personas, grupo que pertenece a la Dirección General de Análisis, Protección y Seguridad Universitaria (DGAPSU) de la UNAM.
Este grupo de perros fue creado en la Universidad en 1986 por iniciativa de veterinarios universitarios a raíz de los sismos de 1985, ante la carencia de equipo especializado para atender y ayudar a personas atrapadas en escombros, “nace del requerimiento de ver que vinieron equipos caninos de otros países como Estados Unidos, Canadá, Suiza y Francia a apoyarnos, vieron que era eficiente, al principio se tenían carencias técnicas, pero se empezó a avanzar y la universidad inicio con esos primeros pasos”, relató Julio Alejandro Velázquez Rodríguez, coordinador de la Unidad Canina.
Actualmente la unidad K9 de la UNAM cuenta con 30 binomios, en su mayoría miembros de la comunidad universitaria y algunos externos, de acuerdo con Julio Velázquez, se puede iniciar a formar a un perro para esta labor desde cachorro, para que tenga varios años de vida operativa después de su certificación.
A las pocas semanas de nacido se puede iniciar estimulando sus patitas con toallitas de agua tibia, para continuar haciendo lo mismo en sus orejas y cola, el tiempo de estimulación es de unos pocos segundos para después regresarlos con su mamá. Posteriormente iniciar con algunos obstáculos y que pase por zonas obscuras o húmedas.