Ciudad de México 13 de septiembre._ México ante el cambio climático.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático menciona que limitar el calentamiento a 1.5 °C requerirá de transiciones hacia una agenda ambiental en toda la sociedad.
Y es que el cambio climático es imparable y muchas de sus consecuencias son irreversibles.
Adicionalmente, afirma que los niveles de CO2 han aumentado por primera vez en 2 millones de años y que los fenómenos ambientales extremos tienen una fuerte conexión con la actividad humana.
México ante el cambio climático
De acuerdo con el Informe, los esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero deben acelerarse y aumentarse considerablemente en esta década si es que deseamos mantener el aumento de la temperatura en 1.5°C.
Las economías emergentes, como México, pueden hacer más para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero e impulsar un plan que optimice los beneficios económicos y sociales de la transición a una economía de cero emisiones.
Además, la riqueza de recursos naturales, la biodiversidad, la integración comercial y el tamaño económico del país lo convierten en un líder potencial.
Los modelos climáticos han evolucionado con el tiempo, lo que permite a los científicos predecir las consecuencias del cambio climático en varios lugares.
Entre los resultados, el Informe menciona que, en todos los escenarios de emisiones del IPCC, el mundo se calentará entre 1.5°C y 1.6°C en las próximas dos décadas.
Los puntos de inflexión del cambio climático, a menudo conocidos como cambios irreversibles, son cada vez más probables.
Para el caso de México, en los últimos años se ha manifestado una mayor frecuencia e intensidad de ciclones tropicales en la costa del Pacífico.
El Informe prevé que esta tendencia continuará, lo que implica riesgos físicos.
El país ha tenido menos lluvias en los últimos años debido al calentamiento global y de acuerdo con el Informe se pronostica que esta tendencia continuará.
Particularmente en el suroeste del país, en estados como Chiapas, Guerrero y Oaxaca.
PABLO NECOECHEA. EL UNIVERSAL