México 15 septiembre._ El océano Antártico ha absorbido en los últimos cincuenta años la mayor parte del exceso del calor que se queda atrapada en la atmósfera. Mitiga así los efectos de la crisis climática, aunque a un coste muy alto para los ecosistemas, informan este jueves fuentes académicas.
Los océanos han contribuido desde hace 50 años a reducir los efectos del calentamiento global porque absorben el 40 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono del planeta, así como el 90 por ciento del exceso del calor que se queda atrapada en la atmósfera.
En este escenario, “el océano Antártico domina la captación de calor de los océanos, en parte por la configuración geográfica de la región”, dijo el autor del estudio Maurice Huguenin, en un comunicado de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW).
Una de las razones es que los vientos occidentales que soplan con fuerza en la Antártida provocan desplazamientos de las aguas frías a la superficie y las empuja hacia el norte, donde absorben grandes cantidades de calor de la atmósfera antes de hundirse a las profundidades marinas cerca de la Corriente Circumpolar Antártica.
Pero el estudio, publicado la víspera en la revista científica Nature Communications, advierte de que este calentamiento de las aguas ya está pasando una factura muy cara a la humanidad dado que se necesitarán miles de años para que ese calor atrapado en sus profundidades marinas sea devuelto a la atmósfera terrestre.
Alteraciones
Los científicos también prevén que pesar de que el océano Antártico representa un 15 % de la masa oceánica, su calentamiento producirá alteraciones de la red alimentaria de esa región, así como el derretimiento de las plataformas de hielo de la Antártida, entre otros hechos que repercutirán en todo el mundo.
Lo que es preocupante para los científicos de este estudio, que analiza el rol de los océanos en la absorción del calor en los últimos 50 años mediante modelos, es que las proyecciones científicas más optimistas -con un escenario de calentamiento global de 1,5 grados-, suponen un calentamiento de los océanos.
Fuente: EFE