En Cotia, en la región metropolitana de São Paulo, han nacido tres tigres blancos, una rareza en el reino animal.
Los animales tienen leucismo, una mutación genética que afecta la producción de melanina. Por eso tienen pelaje claro con rayas oscuras, hocico rosado y ojos azules. No existen muchos ejemplares así en la naturaleza, fuera de regiones nevadas como el Ártico, «porque dependen del camuflaje», explica la bióloga Katia Cassaro.
Nacieron con un peso promedio de 800 gramos, bastante menos que un bebé humano —los adultos llegan a pesar unos 250 kg.
Los cachorros juegan todo el día, cuenta la mujer que los acompaña desde su nacimiento, el 20 de marzo de 2025. «¿Alguna vez has tenido un gato? Se revuelca encima del otro, se esconde, ataca. Es igualito.»
Después de trabajar varios años en el zoológico del Beto Carrero World, Katia Cassaro se mudó al Animália. Allí también fueron trasladados varios animales del parque de Santa Catarina, incluidos los tigres Indira y Radesh, padres de los cachorros.
El macho fue separado de la hembra días antes del parto. No comparten el mismo espacio. «Los tigres son solitarios en la naturaleza. Si hubiéramos dejado al macho con ella, seguramente habría matado a las crías.»
Fuente: folha.uol.com.br
