Sí, leíste bien: microbios de hace 40.000 años acaban de “despertar” del permafrost.
Un grupo de científicos logró revivir microorganismos atrapados durante milenios en el permafrost de Alaska, una capa congelada que cubre gran parte del hemisferio norte.
El hallazgo, publicado en el Journal of Geophysical Research Biogeosciences, combina ciencia, misterio y una buena dosis de advertencia sobre el cambio climático.
El descubrimiento ocurrió en el Túnel de Permafrost del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos, un sitio subterráneo de 107 metros donde se conservan restos de mamuts, bisontes y otras especies prehistóricas.
Ahí, los investigadores encontraron los microbios dormidos en el hielo y decidieron “despertarlos”.
Para hacerlo, extrajeron muestras del suelo congelado, las sumergieron en agua y las mantuvieron entre 3 y 12 °C, temperaturas que simulan los veranos cada vez más cálidos de Alaska.
Al principio, las bacterias crecieron lentamente, pero después de seis meses formaron biopelículas —esas capas viscosas que confirman que están vivas—.
“No son muestras muertas. Son microorganismos capaces de descomponer materia orgánica y liberar dióxido de carbono”, explicó Tristan Caro, autor principal del estudio y microbiólogo de la Universidad de Colorado en Boulder.
Aunque el túnel “huele fatal” (una mezcla de humedad y siglos de descomposición), para los científicos es un paraíso.
Es el lugar perfecto para entender cómo la vida puede sobrevivir bajo el hielo durante milenios.
Los microbios del permafrost no son las únicas noticias
El coautor Sebastian Kopf advirtió que el deshielo del permafrost, impulsado por el calentamiento global, podría liberar millones de toneladas de carbono y gases de efecto invernadero.
Y aunque los microbios revividos no representan un peligro directo para los humanos, el impacto ambiental de su reactivación sí podría ser preocupante.
“El verdadero riesgo no son los microbios, sino el cambio climático que los despierta”, concluye Caro.
En resumen: lo que parecía una historia de ciencia ficción es una muestra más de cómo el pasado puede volver a la vida… y de cómo el futuro del planeta depende de mantener el hielo, literalmente, en su lugar.
Con información de Teletica.