Un nuevo gigante del pasado acaba de salir a la luz —o más bien, de las profundidades del tiempo—. Científicos de la Universidad de Mánchester identificaron una nueva especie de reptil marino prehistórico llamada “dragón espada de Dorset”, perteneciente a la familia de los ictiosaurios, animales que dominaron los mares durante la era de los dinosaurios.
El descubrimiento, publicado en la revista Papers of Palaeontology, describe al Xiphodracon goldencapensis (“dragón espada de Dorset”) como un reptil del tamaño de un delfín, con un largo hocico en forma de espada y enormes ojos adaptados para cazar en las profundidades.
El dragón espada de Dorset: Un hallazgo que tardó más de 20 años en identificarse
El esqueleto casi completo fue hallado en 2001 cerca de Golden Cap, un acantilado de la famosa “Costa Jurásica” en el condado inglés de Dorset, una región famosa por su abundancia de fósiles.
Sin embargo, no fue sino hasta ahora que se confirmó que se trata de una especie completamente nueva.
El fósil, actualmente resguardado en el Museo Real de Ontario (Canadá), mide unos tres metros de largo y muestra un nivel de conservación excepcional.
Según los científicos, podría ser el reptil marino más completo del mundo correspondiente al Pliensbachiense, una etapa del Jurásico Inferior que ocurrió entre hace 192 y 184 millones de años.
La pieza que faltaba en el rompecabezas evolutivo
El paleontólogo Dean Lomax, uno de los autores del estudio, explicó que el Xiphodracon ayuda a llenar una importante laguna en la evolución de los ictiosaurios.
“Recuerdo haber visto este esqueleto por primera vez en 2016. Sabía que era inusual, pero no imaginé que jugaría un papel tan crucial para entender los cambios en las especies durante el Pliensbachiense”, comentó Lomax.
Los investigadores creen que este “dragón espada” se alimentaba de peces y calamares, y su estructura anatómica revela cómo los ictiosaurios evolucionaron después de la desaparición de varias especies marinas al inicio de ese período.
En palabras de Lomax, el Xiphodracon goldencapensis es “una pieza que faltaba en el rompecabezas” de la historia natural, un testimonio de que los océanos jurásicos aún guardan secretos por descubrir.
Con información de La Jornada.