México 18 enero._ Por el cambio climático, las subidas y bajadas del agua definen la Ciudad de México, una metrópolis de más de 1.600 metros de altura que se extiende a lo largo de tres lechos de lagos secos. La ciudad se inunda en la temporada de lluvias y se queda sin agua durante sus regulares sequías.
Con 21 millones de habitantes, CDMX extrae más agua del acuífero que hay bajo su superficie de la que se repone de forma natural. Por ello, se hundió unos 12 metros en el siglo pasado y puede hundirse otros 30 metros antes de tocar fondo. La tierra más seca también aumenta el riesgo de que los edificios sufran daños por terremotos.
Muchos de sus habitantes no pueden depender de los grifos de sus casas para tener agua. En 2020, la ciudad gastó más de 3,5 millones de euros en camiones cisterna y los ciudadanos, alrededor de 165 millones de euros en total en agua embotellada. Los científicos predicen que el cambio climático agravará estos problemas.
Para combatir la situación, los ciudadanos se están haciendo cargo del agua, y de su futuro climático, en una variedad de formas que prometen mantener el equilibrio hidráulico de la ciudad y tal vez potenciar el acceso equitativo al agua potable.
Precipitación se reducirá
El Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) prevé que la precipitación total diaria en la región se reducirá (en mm). El IPCC pronostica lluvias más fuertes (en mm) en períodos de cinco días, un indicador de tormentas e inundaciones.
Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México han estimado los riesgos que sufrirá la Ciudad de México por el cambio climático. Las altas temperaturas afectarán a todos los municipios, pero el agua también dejará su huella. Los deslizamientos de tierra en Gustavo A. Madero y las inundaciones en Iztapalapa tienen más riesgos que otros barrios. Magdalena Contreras y Milpa Alta cuentan con el menor riesgo, gracias a su baja incidencia de inundaciones.
Fuente: technologyreview.es