El Banco de Semillas FES-I UNAM, único en Latinoamérica por albergar especies silvestres y nativas del país.
Al norte de la Ciudad de México, en la Facultad de Estudios Superiores Iztacala (FES-I), en un pequeño espacio con congeladores, se conserva un pedacito de la vegetación mexicana.
En ese lugar hay desde semillas de hierbas de 10 centímetros hasta grandes árboles de 25 metros con los que se podrían producir bosques completos.
“Su misión es conservarlas para que no desaparezcan y, de darse el caso, reintroducirlas en su hábitat natural. La idea es no perder más recursos”, explicó Isela Rodríguez Arévalo, académica de la UNAM y coordinadora de este reservorio que cuenta con tres mil 100 especies de plantas nativas, endémicas, silvestres y en peligro de extinción colectadas en 26 estados de la república.
23 mil especies de plantas
“En México hay poco más de 23 mil especies de plantas; nosotros tenemos en resguardo entre el 12 y el 13 por ciento de ellas”. Lograrlo, agregó la experta en biología vegetal, ha implicado una labor de poco más de dos décadas.
Todo inició en 1997, cuando Patricia Dolores Dávila Aranda —actual titular de la Secretaría General de la UNAM— propuso la creación de un espacio para conservar semillas representativas de la biodiversidad mexicana, un proyecto de vanguardia debido a que, en toda Latinoamérica, no existía ningún reservorio enfocado sólo a la conservación de variedades silvestres.
“En México hay más bancos de semillas, pero éstos guardan recursos genéticos útiles para la alimentación y, por lo mismo, sus objetivos son muy diferentes a los nuestros”, detalló Rodríguez Arévalo.