Los murciélagos pueden mejorar la industria del tequila. Un estudio de la UNAM comprobó que es posible recuperar la variabilidad genética del Agave tequilana (A. tequilana), al permitir que estas plantas florezcan y produzcan semillas viables, lo que, a su vez, puede generar plantas más resistentes a enfermedades, sobre todo ante un escenario de cambio climático.
Rodrigo Antonio Medellín Legorreta y Luis Enrique Eguiarte Fruns, ambos investigadores del Instituto de Ecología (IE) de la UNAM, explican en entrevista que la diversidad genética es fundamental para la supervivencia de las especies, principalmente para que se adapten a nuevas condiciones ambientales.
“Es cuestión de darles la oportunidad y los agaves se recuperan en una, dos o tres generaciones, ahí está la diversidad genética de regreso, otra vez con la ayuda de los murciélagos, porque un murciélago puede volar 100 kilómetros en un sentido desde su refugio hasta donde se va a alimentar y de regreso. A lo largo de toda esa ruta está visitando y está polinizando agaves. Sí se puede y estamos recuperando la diversidad genética del A. tequilana”, destaca Medellín Legorreta.
Los expertos enfatizan que el problema es que la diversidad genética en los agaves silvestres suele ser alta, pero debido al manejo y clonación de plántulas del A. tequilana Weber var. azul su variación genética actual es muy baja.