Con unas temperaturas que superan los 35ºC en la mayor parte del continente y los rebrotes aumentando peligrosamente como en España, las autoridades europeas tratan de que se cumplan las medidas de distanciamiento y el uso de mascarillas para frenar la propagación.
En Europa, que había dejado atrás el confinamiento en la mayoría de los países en mayo, los rebrotes volvieron a surgir a partir de julio, obligando a adoptar nuevas restricciones en plenas vacaciones veraniegas, ante las reticencias de una parte de sus habitantes, en particular los más jóvenes, y en detrimento de una maltrecha economía que en buena parte de los países más afectados es muy dependiente del turismo.
Prohibición de turistas en playas de Bélgica
Varias ciudades y estaciones balnearias de Bélgica, situadas en el litoral flamenco, anunciaron este domingo la prohibición de “turistas de un día”.
Esta medida, adoptada en las localidades de Knokke-Heist y de Blankenberge, se produce tras los enfrentamientos el sábado entre turistas y la detención de veraneantes en una de estas ciudades.
Desde finales de julio, el uso de la mascarilla resulta obligatorio en los espacios públicos cerrados en buena parte de los países del Viejo Continente.