Científicos del Instituto de Fisiología Celular (IFC) de la UNAM probaron por primera vez en el mundo que los monos Rhesus, en condiciones de laboratorio, pueden aprender a asociar sonidos con imágenes.
Por ejemplo, durante el experimento, escuchaban la palabra “si” y escogían en la pantalla táctil la imagen asociada; en este caso, el rostro de un humano. Aprendieron al menos una docena de asociaciones que, además de las palabras, incluían también vocalizaciones de monos y de otros animales.
Esta capacidad de asociación audiovisual de los macacos, considerada natural en el humano, es importante para futuros estudios del cerebro cuyos resultados podrían ayudar a personas con problemas de audición, de afasias del lenguaje, incluso de esquizofrenia, donde en ocasiones los sonidos evocan imágenes que no están ahí, y viceversa.
Viveza
Luis Lemus, investigador del IFC, junto con Elizabeth Cabrera Ruiz, Marlen Alva, Miguel Mata y Tonatiuh Figueroa, del Departamento de Neurociencia Cognitiva de esa entidad universitaria; Javier Pérez, del Instituto Nacional de Rehabilitación; Mario Treviño, de la Universidad de Guadalajara; y José Vergara, del Colegio de Medicina de Baylor (Estados Unidos), reportaron en la revista Plos One el trabajo realizado en la Universidad Nacional.
En entrevista, Luis Lemus enfatizó que se tenía la idea de que los monos presentaban dificultades para aprender tareas auditivas y, en consecuencia, asimilar asociaciones entre sonidos e imágenes, por lo que nuestros resultados han generado reacciones favorables en la comunidad internacional.
Cabrera Ruiz, autora principal del estudio, explicó que, con el lenguaje, los humanos aprendemos y relacionamos entre objetos auditivos y visuales; por ejemplo, la palabra mujer y una imagen de cómo puede lucir.