México 3 enero._ El pez tequila nada de nuevo por las aguas del río de Teuchitlán, en Jalisco, gracias a un proceso de rescate y reintroducción de la especie.
Apenas mide ocho centímetros y pesa 15 gramos, pero el picote tequila, que también se llama, así como otros de su misma familia, los goodeidae, son valiosos para los biólogos conductuales y evolutivos por su condición de vivíparos. Es decir, las hembras son fecundadas y pasan un embarazo de 45 días.
Pero antes habrán elegido pareja, lo que obliga a los machos a bailar como es debido y a mostrar el mejor color en la cola o las aletas. Un intenso tono anaranjado le dirá a la hembra que ese ejemplar ha sobrevivido, a pesar de su atrayente aspecto, a la depredación de otros seres acuáticos. Y lo considerará apto.
Pero el avance industrial y agrícola ha ido depositando contaminantes en los ríos mexicanos afectando gravemente la reproducción de los goodeidae. Ya no lucen tan lindos colores y nacen con alteraciones neurológicas que dificultan las danzas que atraían a las hembras. En definitiva, ya no hay machos como los de antes: los goodeidae están en peligro de extinción.
México es, junto con Asia, el único lugar donde se crían estos pececillos. Pero México es también un país con el 70% de sus ríos contaminados. El pez tequila o gallito solo existía ya en el río de Teuchitlán, en Jalisco. Y su presencia se perdió a partir de 1992. En años posteriores aparecía algún ejemplar o varios, pero se daban por extinguidos al poco tiempo. En 2003 se perdió su pista definitivamente.
Esfuerzos
Los esfuerzos de varios departamentos de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, con el científico Omar Domínguez Domínguez a la cabeza, han logrado devolverlo ahora a sus aguas originales. Por suerte, en algunos centros de investigación del Reino Unido y Estados Unidos se estudia esta especie en cautiverio y algún zoológico, como el de Chester, los conserva, lo que ha permitido criarla y reintroducirla en su hábitat.
Ha sido el primer intento en toda América Latina de repoblar un pez vivíparo, cuentan los científicos de Michoacán en su página web. Y lo han logrado. Por teléfono, Domínguez Domínguez, profesor investigador del Laboratorio de Biología Acuática de la Universidad Michoacana, explica que la especie comenzó a reintroducirse en 2014 pero ahora ya se puede hablar de “una población de tequila estable y que está colonizando otras partes del río”.
Fuente: elpais.com