México 30 mayo._ La industria tabacalera devasta al planeta, afirmó María Guadalupe Ponciano Rodríguez, de la Facultad de Medicina (FM).
El tabaco destruye el hábitat “perjudicando aún más la salud de las personas debido al cultivo, fabricación, distribución, consumo y eliminación” de sus productos, establece la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A partir de la década de los 70, informa el organismo, se han perdido en el mundo mil 500 millones de hectáreas de bosques, principalmente tropicales, a causa de la siembra de ese producto, lo cual ha contribuido a 20 por ciento del aumento anual de los gases de efecto invernadero.
Se talan árboles para despejar el suelo y cultivar las plantas de Nicotiana tabacum L, y se quema madera para curar sus hojas después de la cosecha.
Para fabricar 300 cigarrillos (15 cajetillas) se necesita aproximadamente un árbol entero y cada año se destruyen cerca de 3.5 millones de hectáreas de bosques para el cultivo. Si en el planeta se fuman cerca de 7.4 billones de cigarros al año, “hay que imaginar de lo que estamos hablando”, alertó la coordinadora del Programa de Investigación y Prevención del Tabaquismo de la FM.
Toneladas de dióxido
La integrante del Departamento de Salud Pública de la FM añade: las emisiones de gases de efecto invernadero de esa industria son 84 millones de toneladas anuales de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, lo que equivale a lanzar a 280 mil cohetes al espacio exterior.
A eso se suman los contaminantes producidos por mil 300 millones de fumadores, humo y colillas: estas últimas son las principales contaminantes de las playas. Una que se arroja “al drenaje puede contaminar 50 litros de agua dulce y 10 de agua salada.
«Esto, y su lenta biodegradación, contribuyen a la contaminación de suelo y del vital líquido, además que muchas de ellas son las principales causantes de incendios forestales, junto con las fogatas”, destaca Ponciano Rodríguez.