Investigadores del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) Mérida estudian el efecto de contaminantes en peces del golfo.
En 2010 tuvo lugar un derrame de petróleo a gran escala en el Golfo de México, el incidente se presentó en la plataforma Deepwater Horizon e hizo evidente la falta de información acerca de los impactos de este tipo de contaminantes en los organismos de la zona y del riesgo potencial para la salud de las personas que consumen productos del mar.
Carlos Puch Hau, investigador asociado al Laboratorio de Biotecnología y Toxicología Molecular del Cinvestav Unidad Mérida y su grupo de colaboradores, trabajan en un proyecto para identificar el impacto que producen en los organismos marinos diversos contaminantes, principalmente hidrocarburos y metales pesados asociados a los derrames de petróleo (plomo, cadmio, cromo, níquel y vanadio).
Los compuestos que llegan al Golfo de México (Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Campeche y Yucatán), están relacionados con la industria petroquímica, la agricultura, el turismo, las actividades domésticas, entre otras.
Por lo que los resultados de este tipo de estudios no sólo brindan información del estado de salud de este ecosistema marino, además permiten generar estrategias de mitigación ante los derrames de hidrocarburos, señaló el investigador.
El análisis se centró en peces planos o lenguados (cuyo cuerpo es ovalado y tienen los dos ojos de un mismo lado), que están en contacto con el fondo del mar, en donde se depositan y almacenan diversos contaminantes.
Como parte de la investigación se observó que en la plataforma de Yucatán, la concentración de contaminantes es menor en comparación a otras áreas en donde existe mayor actividad petrolera, y que los peces planos, entre ellos el lenguado arenoso (Syacium gunteri), los metabolizan de manera más eficiente; es decir, los procesan y finalmente los desechan.
En cambio, en las zonas en las que se detectó una elevada concentración de contaminantes (Tabasco, Campeche, Veracruz y Tamaulipas), el sistema de desintoxicación de los lenguados no es eficiente. Lo anterior origina una acumulación de estos compuestos en sus tejidos, lo que podría tener afectaciones en quienes se alimentan de ellos: otros animales del mar o los humanos.